4 jun 2012

Luciérnaga Gloria Pampillo

Antes, muchos años antes, mucho tiempo antes, cuando llegaba la noche, llegaba de veras la noche. La noche, era más noche.  Desde abajo de los árboles, la sombra crecía, se desenroscaba y tapaba todo. Todo quedaba oscuro.
La gente no podía alumbrar tanta oscuridad. Alumbraba un poquito, lo que podía, una vela aquí, una fogata allá, o una lámpara. En esas épocas que les digo, las lámparas se llamaban lucernas.
Costaba prender esas luces y también costaba mantenerlas encendidas. Una puerta que alguien abría de repente, una ráfaga de viento y ¡zas! se quedaban sin luz.
Por eso sorprendía mucho a la gente unas lucecitas que se prendían en la noche en verano sin que nadie se tomara el trabajo de encenderlas. Andaban por los pastos altos y un momento estaban aquí, otro más allá y siempre parecían flores de luz.
A veces una flor de luz daba vueltas alrededor de otra flor de luz que se quedaba quieta. Se prendía y se apagaba, una vez aquí y otra vez allá, pero cada vez más cerca y más cerca de la luz que estaba quieta, hasta que las dos luces se juntaban.
A los enamorados les gustaba mucho mirar ese baile de las flores de luz.
Los enamorados también salían de noche a visitar a sus enamoradas. La enamorada prendía una lámpara en su casa - una lucerna- para guiar a su novio. Y el novio se acercaba con su lámpara en la mano -otra lucerna-. El novio prendía y apagaba a veces la lucerna para esquivar a los perros y también al padre de la novia, que si lo veía acercarse lo sacaba a los chumbos. Al final, el enamorado llegaba a la ventana donde brillaba la lucerna de la novia.
La gente desde las casas cuando llegaba las noches de verano no sabía desde lejos qué luces eran de los enamorados y qué luces eran de las flores de luz.
Y como los enamorados con sus lucernas se parecían tanto a las flores de luz, la gente empezó a llamar a las flores de luz lucernas, después las llamó luziernagas y al final las acabó llamando luciérnagas.
Ustedes, a lo mejor, las llaman bichos de luz. Pero eso es porque no están enamorados. Cuando se enamoren, ya van a ver como las llaman luciérnagas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario