17 mar 2013

Konrad de Christine Nӧstlinger

¿Será posible que ahora los niños vengan enlatados? ¿Realmente existirá algo parecido a un niño perfecto? Pues tal parece que Konrad es la respuesta a ambas interrogantes. Sin embargo, por más virtudes que tenga, él pasará varios problemas para poder relacionarse con las demás personas. Por fortuna no está solo, su madre, la señora Bartolotti, y su vecina, Kitti, lo ayudarán.





Queridos padres,
Acaba de hacerse realidad su más 
ferviente deseo.
Nosotros los fabricantes, les deseamos 
felicidad y satisfacciones con su retoño.
Que sea siempre fuente de alegría para ustedes 
y colme las esperanzas que han puesto en él y
 en nuestra empresa.
Nos hemos esforzado por garantizarles un
descendiente agradable, simpático y con un 
gran porvenir.
¡Acéptenlo de buen grado!
No les resultará difícil esta aceptación, ya que
nuestros productos son sumamente fáciles de 
manejar y de cuidar. Los defectos 
e imperfecciones impuestos por la naturaleza,
no existen en nuestros acabados productos de
 alta perfección técnica.
Y por último un ruego.
Este retoño está construido de tal modo que,
además de la vigilancia y cuidados normales, 
necesita afecto.
¡Les rogamos que no lo olviden!
Mucha felicidad para un largo futuro, les desea…

De nuevo la firma podía decir “Hunbert” o “Monbert”

Fragmento de Konrad o el niño que salió de una lata de conservas

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